Venezuela, al borde de la encrucijada.
Venezuela, un país situado en Ámerica del Sur, con 27 227 930 habitantes, cuya producción agrícola y las reservas de petróleo son sustento de su economía nacional.
Tiene por presidente a Nicolás Maduro Moro, político y diplomático venezolano nacido el 23 de noviembre de 1963. Quien fungía el papel de vicepresidente y asumió las funciones administrativas y económicas durante la enfermedad de el entonces presidente Hugo Chávez.
Tras su deceso, Maduro tomó las riendas del país, el 14 de abril del 2013, a través de muchas especulaciones internacionales, ya que debido a el artículo número 233 de su constitución el puesto de la presidencia debía ser de Diosdado Cabello, presidente de la asamblea nacional.
Sólo le llevo unos días después, denunciar que Colombia conspira para derrocarle.
Fue desde ese entonces, que Maduro no dudó en llevar a Venezuela al declive social, político y económico.
No le bastó con expulsar a tres funcionarios estadounidenses al principio de su mandato, o que el parlamento le cediera permiso a Maduro para gobernar por decreto por todo un año.
Toda esa bomba social que traía estrátegicamente bien planeada Maduro junto con su gabinete, detonó en un problema económico que salió de sus manos.
Para ser exactos, el 24 de enero del 2014, se decreta la "Ley de Precios Justos", la cuál, ponía márgenes de ganancia de hasta un 30%, y de no ser así, existen penas, que van desde una multa económica, retiro de licencia para comerciar dentro de Venezuela, confiscamiento de bienes, y /o penas de hasta 10 años de cárcel. (Fuente)
Fue esto que desató el enorme descontento de la población, llevando consigo una gran serie de marchas en febrero del 2014, en su mayoría encabezadas por estudiantes. Lo cual lamentablemente dejó tres muertos, decenas de heridos y algunos detenidos, pues al gobierno no le parecía correcta ninguna forma de protesta, privándoles así de la nula libertad de expresión y a tres de la vida.
Eso no es todo, días después, Maduro sale a dar declaraciones en dónde culpa a su opositor Leopoldo López de la violencia desatada en las marchas previas, y no le bastó con sólo culparlo, sino también culpó al ex presidente colombiano Álvaro Uribe.
Posteriormente, Maduro decide dar orden de captura al opositor Leopoldo López, e incluso hace pública su declaración en dónde acusa a E.U.A. de las protestas en su país, luego López se entrega en medio de una multitudinaria manifestación en Caracas.
Y bueno, la lista sigue. El 5 de marzo Nicolás decide romper toda relación diplomática con Panamá, pues dice que la nación se entromete en sus cuestiones internas, sigue deteniendo a más de sus opositores sin razones fundamentadas, en abril se dice la cifra exacta de personas fallecidas en las manifestaciones desde meses atrás, que es de 41 decesos.
No era para menos, con el pésimo manejo de la economía, la inexistente política monetaria, y la presencia cada vez más notoria de la inflación en la vida diaria de los venezolanos, que ellos quieren alzar la voz y hacerle notar al mundo que su situación precaria, las largas filas para abastecerse de alimentos y productos muy básicos.
Y es que el incremento semanal de la canasta de productos básicos de el 26.5%, que deja a los habitantes de el país sudamericano con las manos casi vacías cada que pretenden llenar aunque sea de algo mínimo sus despensas, es alarmante. Al hablar de una cifra así, estamos considerando un indicador sumamente grave llamado: "Inflación".
La inflación es causa de el desequilibrio existente en el país entre la producción y la demanda, y que provoca el alza de los precios en la canasta básica y así perder el valor del dinero (en una severa depreciación de la moneda) para poder adquirir estos productos o servicios.
Podemos decir que con estas cifras en el 2016 esperamos una época de "Hiperinflación" si no se aplican los correctivos necesarios para evitarlo.
Y para evitar la amenaza constante de la hiperinflación, es importante imponer el diseño de una eficaz estrategia con decisiones coherentes en política fiscal, monetaria, cambiaria y de precios, así como en materia de política agrícola, industrial y tecnológica. La armonización de la política macroeconómica con las políticas sectoriales coadyuvará a reactivar la agricultura e industrias nacionales, así generando una abundante oferta de productos de la canasta básica, además de empleo productivo y empleo bien remunerado, todo lo cuál ayudaría a abatir la amenaza de hiperinflación.
Sabemos que un país tiene inflación, cuando con su billete de mayor denominación, se puede adquirir sólo una empanada:
Fue desde ese entonces, que Maduro no dudó en llevar a Venezuela al declive social, político y económico.
No le bastó con expulsar a tres funcionarios estadounidenses al principio de su mandato, o que el parlamento le cediera permiso a Maduro para gobernar por decreto por todo un año.
Toda esa bomba social que traía estrátegicamente bien planeada Maduro junto con su gabinete, detonó en un problema económico que salió de sus manos.
Para ser exactos, el 24 de enero del 2014, se decreta la "Ley de Precios Justos", la cuál, ponía márgenes de ganancia de hasta un 30%, y de no ser así, existen penas, que van desde una multa económica, retiro de licencia para comerciar dentro de Venezuela, confiscamiento de bienes, y /o penas de hasta 10 años de cárcel. (Fuente)
Fue esto que desató el enorme descontento de la población, llevando consigo una gran serie de marchas en febrero del 2014, en su mayoría encabezadas por estudiantes. Lo cual lamentablemente dejó tres muertos, decenas de heridos y algunos detenidos, pues al gobierno no le parecía correcta ninguna forma de protesta, privándoles así de la nula libertad de expresión y a tres de la vida.
Eso no es todo, días después, Maduro sale a dar declaraciones en dónde culpa a su opositor Leopoldo López de la violencia desatada en las marchas previas, y no le bastó con sólo culparlo, sino también culpó al ex presidente colombiano Álvaro Uribe.
Posteriormente, Maduro decide dar orden de captura al opositor Leopoldo López, e incluso hace pública su declaración en dónde acusa a E.U.A. de las protestas en su país, luego López se entrega en medio de una multitudinaria manifestación en Caracas.
Y bueno, la lista sigue. El 5 de marzo Nicolás decide romper toda relación diplomática con Panamá, pues dice que la nación se entromete en sus cuestiones internas, sigue deteniendo a más de sus opositores sin razones fundamentadas, en abril se dice la cifra exacta de personas fallecidas en las manifestaciones desde meses atrás, que es de 41 decesos.
No era para menos, con el pésimo manejo de la economía, la inexistente política monetaria, y la presencia cada vez más notoria de la inflación en la vida diaria de los venezolanos, que ellos quieren alzar la voz y hacerle notar al mundo que su situación precaria, las largas filas para abastecerse de alimentos y productos muy básicos.
Y es que el incremento semanal de la canasta de productos básicos de el 26.5%, que deja a los habitantes de el país sudamericano con las manos casi vacías cada que pretenden llenar aunque sea de algo mínimo sus despensas, es alarmante. Al hablar de una cifra así, estamos considerando un indicador sumamente grave llamado: "Inflación".
La inflación es causa de el desequilibrio existente en el país entre la producción y la demanda, y que provoca el alza de los precios en la canasta básica y así perder el valor del dinero (en una severa depreciación de la moneda) para poder adquirir estos productos o servicios.
Podemos decir que con estas cifras en el 2016 esperamos una época de "Hiperinflación" si no se aplican los correctivos necesarios para evitarlo.
Y para evitar la amenaza constante de la hiperinflación, es importante imponer el diseño de una eficaz estrategia con decisiones coherentes en política fiscal, monetaria, cambiaria y de precios, así como en materia de política agrícola, industrial y tecnológica. La armonización de la política macroeconómica con las políticas sectoriales coadyuvará a reactivar la agricultura e industrias nacionales, así generando una abundante oferta de productos de la canasta básica, además de empleo productivo y empleo bien remunerado, todo lo cuál ayudaría a abatir la amenaza de hiperinflación.
Sabemos que un país tiene inflación, cuando con su billete de mayor denominación, se puede adquirir sólo una empanada:
El cierre de la frontera con Colombia, es reflejo de la falta de madurez y decisión coherente de el presidente Maduro respecto a sus asuntos, pues le parece más fácil culpar a los demás que ver sus errores los cuales provocaron esta barbarie. Gracias a su administración varios venezolanos habían decidido ir a trabajar a Colombia, pues el fácil acceso en los límites fronterizos lo permitía.
Supuestos ataques paramilitares de Colombia a militares Venezolanos fueron el pretexto justo para acompañar la alucinación de Maduro de el mundo conspirador contra él y su nación.
Tanto es así, que los mismos militares, han prohibido el acceso a venezolanos, aún así portando su cédula de identificación. Incontables daños físicos y sexuales han sufrido por parte de militares Venezolanos en su intento por cruzar la frontera. El gobierno colombiano ha pedido dialogar con el gobierno venezolano, sin suerte alguna. La OEA ha puesto cartas en el asunto, sin tener una respuesta positiva. Parece que el estado venezolano sufre una inminente crisis en todos los sentidos, que no es consecuencia sólo de la baja de los precios de los barriles de petroleo, o petleeo o la repentina muerte Hugo Chávez, la situación de el país es proporcional a la mala administración de Maduro y por su sueño de tener todo bajo su control.
La democracia, los derechos humanos, y la economía sana de Venezuela, brillan por su ausencia. Exhortar mejores condiciones de vida con ayuda de todos los organismos internacionales es para frenar estas acciones desmesuradas y faltantes de criterio que no pueden seguir así pues no existe un estado de derecho adecuado para asegurar las futuras generaciones y bienestar en este país en el que no existe pies, ni cabeza.
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