El daño no es un juego.

Quizá ésta sea la entrada menos divertida en lo que llevo escribiendo en mi blog.

Pero creo que es sumamente importante hacerlo. Esta ocasión voy a hablar de la violencia.

Hace no mucho, una pequeñita de quién me hice amiga en tumblr y que vive en otro país, me envió en e-mail después de muucho sin saber de ella.

Antes de leerlo, me esperaba recibir mil noticias agradables y alegres de su vida, pues recordaba que antes de ingresar a la Universidad, ella quería trabajar para ayudar a su mamá a solventar los gastos económicos...

... Pero, no. Al leer su correo, entre cada línea, entre cada párrafo, me aterraba más y más de lo que estaba leyendo. Y es que ella se hizo polola (novia) de un chico varios años mayor que ella y lo pasó súper mal. Llego al grado de manipularla no sólo física y emocionalmente, sino también económicamente. El chico la ponía en mal cada que discutían, y de hecho la comparaba con su mamá, pues según él. ella haría que la relación fracasara, pues su mamá y papá estaban divorciados.

Todo, todo, era horrible en ese correo. Hasta que llegué a esa hermosa parte en que me dijo que todo había pasado, y que terminar no era una opción taaan fácil en ese momento, pues de hecho intento matarla cuándo le dijo que quería terminar con él. Él, inclusive, le dijo que si se terminaba la relación, ellos dos también. 

"Es que te amo tanto, perdonáme por golpearte, nunca más lo volveré a hacer, lo prometo, vida" 

Y fue así cómo la tomó de los brazos azotándola por la puerta de la cocina para llevarla arrastrando hasta el cuarto de lavado en el departamento que en ese entonces vivían cómo "pareja". Afortunadamente ella se sostuvo de los cables de la lavadora y de un lazo sobrante que utilizaba como tendedero. Hasta ese día, en ese momento, en que su vida estuvo a casi nada de terminar, que decidió terminar con ese tormentoso momento con ayuda de su familia.

El problema es que ella no le había contado absolutamente nada a su familia. Menos a sus amigas.

Ella creía que era el único ser que pasaba por ese mal momento y que nadie la podía comprender.

El amor es algo tan fuerte, es el sentimiento que puede mover montañas, pero no todo el "amor" es bueno. Sé que esto que escribo quizá cree controversia, pero hay personas que tienen amor al dinero, al poder, a la violencia, a el dolor, etc. Y es justo ahí dónde quiero partir.

Todos sabemos que cuándo queremos amar y / o querer a alguien más que no seamos nosotros, estamos llevando una responsabilidad enorme. Pues nuestro carácter, nuestro estado físico y emocional determinan definitivamente nuestras relaciones venideras. Por eso mismo, el amor hacía uno mismo es esencial ante todo. Nunca en segundo, tercer o cuarto lugar.

Cuándo te quieres, cuándo te valoras, nunca, nunca permitirás que alguien  te haga daño o lastime en ninguna forma existente. Cuando alguien te quiere, obviamente te va hacer ser la mejor versión de ti mismo/a día con día. Nunca te va a alejar de tu familia, o chantajear, menos golpear o insultar. Tampoco te va a forzar a tener relaciones, a drogarte, fumar  y / o beber. Tú tomas tus decisiones, tú y nadie más.

Si con tu pareja, o algún amigo, o familiar te sientes mal e incómodo, aléjate inmediatamente. 

En el momento en el que estás con una persona mala, pueden pasar días enojados, en esos que lloras de rabia o muy molesto, cuando permites que te golpeen y de cualquier forma tratas de justificar ese daño. O peor aún, cuándo te marca con palabras hirientes y ofensivas. Sí por lo menos te identificas con una de éstas señales antes mencionadas, hazte un favor y huye. Quiero decirte que NO ERES LA ÚNICA PERSONA QUE PASAS POR ÉSTO. 

Muchas personas te aman, te cuidan y velarían por ti. Personalmente no deseo que ésto que me relato ésta pequeña vuelva a suceder a nadie jamás en el mundo. Pero ésto no puede ser posible si no denuncias, hablas o simplemente apoyas de la mejor forma alguien que pase por esto. 

Y lo digo porque cada vez que leemos o escuchamos algo sobre violencia, parece que automáticamente nos hacemos "ajenos" a ello. Cómo sí nunca nos pasara o viviéramos cerca de acciones súper violentas. Y lamentablemente en la noche en qué leí ese e-mail, me costó mucho trabajo dormir, y pensé que tanto estuve yo cerca de pasar eso, mi sorpresa fue que sí pasé por algo similar, y nunca, nunca, lo había visto de esa forma. 

Hace más de dos años pasé cosas horribles. La primera, fue que una persona horrenda en la cuál confié, me tomó en un momento súper sensible en esa etapa y me besó a la fuerza en el cuello. Fue lo peor, de lo peor, me alejé sin decir palabra alguna. Caminando de regreso a mi casa, me quedé ensimismada al pensar en ese momento una y otra vez, cómo si no existiera otra cosa más en mi vida. Pero mi enojo empeoró cuando recordando, analicé que no le dije palabra alguna a ese chico. Sólo me fui sin ni siquiera defenderme o algo. Eso, fue lo que más me lastimó en ese momento, el hecho de que no hacer nada por mi integridad. Fue entonces cuándo al subirme al transporte, una señora me preguntó que si estaba bien, y le dije que sí, pero no, no era verdad. Llegué a casa y actué cómo si nada hubiera pasado, dormí llorando, todo me parecía absolutamente malo.  

Ese momento marcó para mal muchas cosas que siguieron en mi vida. Solía tener amistades frecuentes con quienes salía, pero ese trauma se hacía presente. Después de ese suceso, me sentía lo peor, cómo usada, y triste por no hacer nada por mi. Pasaron los días y confíe de nuevo (o eso creía) en algunas amistades, y todo estaba bien. Empecé a salir con una persona, con la cuál me di cuenta que no se me había olvidado del todo ese daño de hace días. Un abrazo o un gesto de cariño me hacía sentir repulsión y hasta asco. Y a pesar de que no le conté a nadie sobre eso, no sabia cómo hacer que me entendieran. 

La primera señal a la cual no hice caso  fue que al acercarse navidad compré una caja muy bonita de decorativa, pero esa persona con coraje y odio, la rompió, cuando se la encargué y sabía que me había costado dinero, mismo que junté cuándo trabajaba. Lloré de tristeza, a pesar de que confesó que la había roto con tooodoo el dolo del mundo porque yo en ese entonces sí tenía trabajo y él no, y decía: "Me sentía humillado." Y lo dejé pasar. Días después en navidad me marcó para decirme que mi regalo de navidad para él era pésimo, que si no se merecía algo mejor. Yo me sentí fatal y hasta pensé en que mi regalo en verdad no era bonito o bueno, y le dije que le daría otro después. Hasta ahora que lo relato por primera vez, puedo notar lo mal que estaba, junto con mi autoestima horrible que cargaba con cosas que no soportaba sola. 

Fue hasta el año siguiente cuándo en el metro en "hora pico" en la sección de mujeres, se subieron muchísimos hombres en el tren. Yo traté de hacerme a un lado, pero mis intentos fueron imposibles. Dos estaciones bastaron para que un idiota me manoseara de la peor forma, y lo peor es que no me podía mover, ni agachar o voltear, cuidando mi mochila con la laptop que traía prestada. Ese momento fue tan eterno pero tan efímero a la vez, que no recuerdo mucho. Mi mente ha bloqueado ese espantoso episodio (no por completo) de aquella noche. No sé sí alguien vió, quién fue, o cómo pasó exactamente. Pero, sí es que alguien se percató de ese ataque a mi, o a otras cientos de mujeres en el mundo que pasan por eso, deben apoyar de toda forma a alguien quien es agredido. Sea hombre, mujer, niño, niña, etc. La agresión no es algo que debamos callarnos. Lo entendí muy tarde, pero es mejor tarde que nunca. 

Total, esa noche llegué peor que nunca, y le llamé a esa persona con la que salía para decirle lo que me había pasado en el metro, y él, sólo dijo LITERAL: "Jajajaja, tú tuviste la culpa por irte así."

Sin comentarios. En ese momento debí alejarme, y perder todo contacto con alguien que tan ignorantemente responde así a un acto de violencia. 

Son cosas de las cuales deseo nunca haber pasado. Afortunadamente TODO pasó y hoy soy la mujer más feliz y plena del mundo. Dejé atrás todo lo malo, y ahora ante cualquier daño, acudo a las autoridades correspondientes (sí, de verdad que sí sirve, creánlo) es NUESTRO DERECHO cómo ciudadanos a ser atendidos ante cualquier ataque a nuestra persona, y nuestra obligación también, para detener a quiénes sean violentos. Denle una leída al Código Penal del D.F. (ahora CDMX) y verán que es muy sencillo llevarnos de la mano con nuestra ley que siempre nos ampara. 

En los últimos dos años la historia ha cambiado. Tengo un único mejor amigo al cuál le cuento TODO, me protege, me cuida, me consiente, me ama. Su nombre es Enrique, y nunca de los nunca me ha dejado sola. Después de todo lo malo, el solecito nos sale a todos. Y él es un sol enoormeee y me siento bendecida de tenerlo a mi lado. Y tengo que aceptar que de no ser por mi, no estaría viviendo cosas increíbles a su lado. Porque después de todo lo malo, volví a quererme, a amarme, respetarme, y a cuidarme. 

Sí eres víctima de cualquier tipo de violencia, en serio, de todo corazón cuéntale a alguien. Hablar es algo muy reconfortante, y por favor denuncia. 

Sé feliz. Amáte. Y Cuídate. 

De no hacerlo tú, muy difícilmente lo hará alguien más. 

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Anexo los códigos penales para que lean y se informe sobre cualquier delito:

Código Penal Federal

Códigos vigentes para el EDOMEX